DIOS Y UNA «CANALLADA» MILAGROSA

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Updated: mayo 25, 2014

Es difícil explicar con palabras, diferentes sucesos en nuestras vidas, y más aún por dónde comenzar a contarlos. Anoche, en el Pipo Rossi, se vivió uno de esos tantos momentos inexplicables. Todos los presentes, hinchas, jugadores y dirigentes se subieron a una montaña rusa de sensaciones; tristeza, alegría, euforia y emoción. Esos cuatro adjetivos engloban los sentimientos del hincha de Glorias, que hoy está leyendo esta nota, y que le tocó vivir anoche en el partido frente a River Plate.

El frío invernal llegó para quedarse en Tigre y la temperatura en el Pipo Rossi no superaba los diez grados. Sin embargo el clima y el color lo puso la multitud que se acercó al Pipo Rossi y vivió el infartante triunfo de Glorias 4-3 sobre River  que se definió en el epílogo del encuentro, con un gol agónico de Ramiro Martinez Dios (¿cuando no?) que desató una mezcla de alegría y emoción, en jugadores e hinchas.

La primera parte del partido, fue muy pareja. Nicolás Rossi, DT de Glorias, armó dos cuartetos interesantes y su juego fue de menor a mayor. Por el otro lado, el equipo de Leandro Planas mantuvo un ritmo intenso los primeros diez minutos de partido y luego se fue arrinconando sobre su propio arco, mérito del planteo local. Sin embargo, ninguno de los dos equipos lograría abrir el marcador. Maxi Gomez, fue el jugador más peligroso de la visita. El uruguayo Palleiro, se afirmó en el fondo como último hombre y se volvió casi impasable para los jugadores de un Glorias que intentó desnivelar desde los pies de Avila, Padula y Baloira, quizás los más desequilibrantes del primer tiempo, pero no tuvo fortuna a la hora de convertir. Fue un 0 a 0 justificado.

En el complemento, la visita salió con otra cara, decididamente a abrir el marcador.Glorias, al igual que todo el torneo, «durmió», y Maxi Gomez aprovechó el letargo del local y puso en ventaja a River. El conjunto de Nuñez, fue por más y aprovechó los errores del local porque Gabriel Palleiro encaró en el borde del área de izquierda a derecha y con un remate seco y bajo dejó inmóvil a Gonzalez y selló el 2-0.

River tuvo que convertir el segundo gol para que Glorias recién ahí tome conciencia; despierte y comience a hacer crecer la figura de Nicolás Sarmiento. El palo le dijo que no a Padula en dos oportunidades. Broggia probó de todos lados. El local buscó por todos los medios quebrar el arco de Sarmiento, River, en cambió, cometió muchas faltas y se replegó sobre su arco.

Faltaban menos de seis minutos para que termine el partido y apareció Matias Toranzo para abrir el marcador y con un puntazo inatajable para Sarmiento puso el 1-2. El gol cambió las caras largas en el Pipo Rossi. Sin embargo, la alegría duró poco porque ,para colmo de males, Ezequiel Gonzalez se fue expulsado por una mano que utilizó como último recurso y lo que era el tercero de River. En ese preciso momento se produjo un quiebre , Glorias se quedó con uno menos, ingresó el canalla Bruno Poy, y apenas dos minutos pudo aguantar el local con uno menos porque Matias Roveda clavó un zapatazo al ángulo imposible para Poy.

Glorias jamás se desesperó, un gran mérito de su DT,  fue a buscar el descuento a todo o nada de la mano de Poy como arquero jugador y lo consiguió rápidamente de la mano de Leandro Padula, luego de una jugada colectiva brillante. Glorias siguió buscando y Sarmiento ya era, por escandalo, el máximo responsable del triunfo millonario con menos de dos minutos por jugar.

River se había comprometido mucho con sus faltas, pagó caro por ello y llegó a su sexta. Doble penal para Glorias y apenas un minuto por jugarse; Martinez Dios fue el encargado de tomarse revancha frente a Sarmiento, quien le había ahogado el gol un minuto antes con una atajada digna de las mejores de la fecha, y ésta vez no falló,convirtió el empate que muy festejado por todo el estadio y puso en jaque a la visita. El 3 a 3 ya era una hazaña prácticamente.

El conjunto de Rossi no se conformó con el empate transitorio porque vio que River quedó golpeado anímicamente y fue nuevamente a buscar el triunfo desde los pies de Poy como arquero-jugador. Abrió la pelota sobre la izquierda de la defensa millonaria para Padula, que esperó que pase Martinez Dios para habilitarlo y que convierta con una definición por entre las piernas de Sarmiento el cuarto y definitivo gol a falta de 35 segundos. Luego del gol y del eufórico festejo, no hubo tiempo para más dentro del juego, aunque si hubo lugar para lágrimas de emoción y un festejo desmedido.

Glorias se llevó más que tres puntos, se llevó el triunfo que necesitaba para terminar de convencerse que puede ganarle a cualquiera y que con paciencia todo llega.

 

 

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