LEVANTA VUELO

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Updated: mayo 19, 2014

Las críticas surgidas de aquella dura derrota frente a Villa Modelo, en Union Ezpeleta, parece que han tocado algo más que el orgullo de los juveniles jugadores de la tercera de Glorias. La semana pasada pasaron por arriba a Racing, y como si esto fuera poco, le ganaron sobre la hora 4 a 3, en Casa Amarilla, a Boca Juniors, con las destacadas actuaciones de Joaquin Longeira, Lucas Avila y el Ruso Matias Otero.

El primer tiempo fue parejo de principio a fin, casi. Glorias dejó que Boca domine la pelota, sin embargo el equipo local no logró prufundizar ningún ataque. Promediando la mitad de la primera etapa, Glorias comenzó a arriesgar más, de la mano de un intratable Lucas Avila, aunque sin suerte porque sería el conjunto Xeneize el que abriera la cuenta apenas faltando un minuto para terminar el primer tiempo. Cabe destacar que en el partido contra Racing, Glorias se fue al descanso de la misma manera, un gol abajo.

En el complemento, Glorias mejoró rápidamente en todas su lineas y comenzaron a crecer las figuras de Longueira y Avila. Primero fue Avila quien conectó un tiro libre que dejó sin chances al arquero boquense. El conjunto de Olivieri salió decidido a cambiar la cara, y lo logró cuando habían pasado ocho minutos de partido; Lucas Avila a pura gambeta y pisada se sacó varios jugadores de encima y habilitó a Longueira para que firme el segundo y ponga en ventaja al rojiblanco, esta vez vestido de negro.

Boca se adelantó en todas su lineas, lo que le dejó mucho espacio a Glorias para poder pergeniar una contra. Sin embargo, las embestidas del equipo de la rivera se quedaban en intenciones. Con Boca jugado en ataque, Longueira tomó una pelota en tres cuartos de cancha, encaró al arquero y definió con sutileza sobre su palo izquierdo firmando el tercero de Glorias y el segundo de su cuenta personal.

El xeneize con mucha voluntad y amor propio, fue por el descuento. Lo consiguió, y cuando apenas faltaban dos minutos, empató el partido. Las caras en Glorias mostraban incredulidad absoluta, se les estaba escapando lo que hacia apenas unos minutos era una victoria asegurada. No obstante, Boca fue por más y cuando quedaban cuarenta segundos, su pivote, en su afán de convertir se «paso» de largo en una pelota que sólo tenía que soplar. Le dio una vida más a la visita. Lucas Avila, figura de la cancha, juntó tres jugadores boquenses y con un taco exquisitó, dejó mano a mano a Rodriquez que no se desesperó y abrió para Longueira que solo tuvo que empujarla y empuñar una nueva victoria, agónica, pero victoria al fin para un equipo que, como se tituló la semana pasada; se despertó y va por más.

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